Los días han transcurrido, el dolor por la perdida del primer amor no se ha superado, el último engaaño con que se despidió de mi vida fué peor que todas las peleas anteriores, las cicatrices que dejo esta vez son demasiado visibles, sus golpes lograron contusiones y algunas hemorragias internas...

La ciudad de los palacios con sus luces cegadoras y su constante movimiento contempla el día de hoy el primero de 40 días de guarda... hoy es miércoles de ceniza.

La gente va a la Iglesia (con I mayúscula como cualquier Institución politizada) y borra sus pecados manchando su frente con ceniza negra recordando el cádaver que en algun momento de la Historia (con H mayúscula coomo diría Eco de cualquier evento de la historia que se enaltece en la mente de las personas) perteneció a un hombre que debatió consigo y con lo que se esperaba de él, que según la literatura fungió como el salvador de la humanidad.

La gente necesita creer... creen en las marcas y sus disseños nuevos de temporada, creen en los productos nuevos y mejorados, creen en las nuevas temporadas de sus series favoritas, creen en los autos de ensueño, en la comida light y el agua embotellada, creen en la vida perfecta y el departamento perfecto... respetando las tendencias actuales de vida y necesidades progresivas, en fin, creen en todo menos en ellos. En ellos como individuos y en ellos com sociedad.

¿será acaso, este acto de pintar tu frente, un intento de rescatar las viejas creencias? ¿Será que por más aislados que nos mantengamos necesitaremos siempre de rituales mágicos para poder convivir con los demás? ¿será nuestro deseo reprimido de la espera de un nuevo salvador que limpies nuestras mentes d ela porquería que le hemos metido?

Esa tarde caminaba por las calles del centro acompañando a unos compañeros de trabajo a la Iglesia más cercana para reafirmar su fe ante la sociedad y marcar con ella el símbolo del sacrificio del único hijo légitimo de Dios. La gente se arremolinaba para entrar y salir, necesitaba con desesperación ser expiado... fuera de los recintos la gente decía " hoy no puedo decir groserias" "hoy no cogeré... uups" "De aquí a que acabe la cuaresma no comere lo que me gusta".

Tal vez la idea del sacrificio en pos de la felicidad no la puedo concebir, creí que la habiamos dejado después del barroco donde todo lo que se producía era en pos del dolor y la exaltaci´ønd e la felicidad por medio de este... tendencia que se venía gestando en los siglos anteriorres.

Las parejas entraban en la Iglesia de la mano y besándose, y salían separados y mirándose de reojo.

¿sería acaso que el señor M había sido mi acto de contricción para una vida mejor?

Mientras descubro la respuesta una sólo idea vuela en mi cabeza... no necesito de ningun acto de proclamaci´øn pública para reafirmar mi fe(..uups...)

d(-_-)b even angels fall de Jessica Riddle