Capítulo 009:El lado obscuro de las cosas Friday, February 08, 2008 |
Caminando por la tranquilidad del bosque, algo cansado y un poco sediento vislumbre una taberna, al fin un lugar para poder buscar algo de beber y un poco de información.
Extrañaba a mis extrovertidos amigos con los cuales solía viajar por los caminos, ahora todos llevabamos rumbos distintos. Se que todos nos llevamos en el pensamiento, al menos de vez en cuando pero lo hacemos, en fin, se que podría contar con su ayuda si fuese necesario.
Cuando pase por la puerta los olores del lugar me transportaron a otra época, una adornada de mucamas sirviendo, mis amigos departiendo, discutiendo, tomando, muchas veces llorando, otras sólo riendo, las enormes carcagadas volaban por el aire, creo que es por la añoranza de estos recuerdos que sigo saliendo de vez enc uando a este tipo de lugares.
Dentro del establecimiento todo era igual, las mesas, las mucamas, todas las tabernas son iguales, solo que sin ellos, sin nosotros. Me dirigí a una esquina y tome asiento, con un gesto pedí algo de tomar y algo de comida, ternera estaría bien, un tarro de cerveza o tal vez un poco de whiskey. Una chica se acerco y se inclinó para ofrecerme mi bebida. Una muchacha muy joven, algo lastimada del brazo, reconocí algunas marcas de golpes en su espalda por el enorme escote que usaba. Como podía ser que por algunas monedas aceptarán que esto pasara. Una gran tisa tomó por completo mi atención.
Cuando voltee la imagen que se presentaba me golpeo, paró en seco mis palpitaciones. Ahí estaba el, mi príncipe, se encontraba al otro lado del lugar reunido con varias personas más. Reconocí a algunos de sus amigos, pero había una cara extraña, al menos para mi pues el se conducía con demasiada naturalidad, extremada naturalidad con Pablo.
Llamé a la chica que me había servido la cerveza que en ese instante consumí de un golpe, pedí otra y la detuve con un tirón de su vestido. Le pregunté cuánto tiempo llevaba aquel grupo reunido. Ella me dijo que habáin legado desde temprano y parecía que tardarían aún más. Pregunte por el tipo extraño y ella contestó:
-El chistosito? Vamos que él quiere montarse al jovencillo de ahí - indicando a mi principe - no ha parado de tratar de acercarse, usted sabe de esa gente rara que no se te despega y sólo trata de buscar la forma de tomar...te. Y por lo que he visto no falta demasiado por que... bueno si yo estuviera en el lugar del bomboncito de los ojos grandes me dejaría tomar o bueno le montaría si ese fuese el caso, al menos sólo por un tiempo, el otro tipo parece que ha regresado de un largo viaje y trae demasiadas riquezas que ofrecer. Pero en fin, esa sería mi decisión o no? Total, que yo por eso lo hago por dinero!!
Qué podía hacer, apenas estabamos saliendo del terible enfrentamiento con el dragón (que resulto ser la materialización de todas nuestras dudas y su coraje ante mi equivocación), qué podía pensar, no podía ser estúpido y creer que Pablo se dejaría atraer por un zoquete así? o sí?, tal vez debí ir y sentarme con ellos...
Salí de la taberna dejando unas cuantas monedas en la mesa por el servicio y un poco de dinero de más para la joven que me atendió. Regresé al castillo y espere a la hora en que habiamos quedado de vernos. Pasó el tiempo y él no aparecía. Por la mente mil y unestupideces rondaban, desde un abrazo, un beso, hasta una arrebato de pasión fugaz que pudiese hacerme sentir tan mal que pagase por la estupidez sin sentido que había cometido. mi mente gobernaba y no eranpensamientos adecuados, ni siquiera estaba razonando, me dejaba atrapar de nuevo por la oscuridad de las dudas, de la poca confianza... ´cómo debía reaccionar, era la primera vez que ens erio moría de celos, antes la duda no existí, antes tal vez no hubiese existido una entrega de esta magnitud.
Luego de bastante, su sombra alrgada ante el umbral apareció y con aliento alcoholizado se acerco para besarme, me rodeaba de besos y abrazos y yo no podía dejarme de preguntar quiene era ese tipo y que había sucedido luego de dejar el lugar. No podía corresponder sus besos com solí hacerlo,había mitigado mi duda y calmado mis sentimientos oscuros, pero aún así había algo que no me gustaba.
Él comenzo a hablar y comentó lo que habái hecho durante el día, mientras o me encontraba en las catividades diarias. Su historia relamente no em interesaba, yo solo querpía escuchar una parte en específico, entonces llegó...
Continuará...
Extrañaba a mis extrovertidos amigos con los cuales solía viajar por los caminos, ahora todos llevabamos rumbos distintos. Se que todos nos llevamos en el pensamiento, al menos de vez en cuando pero lo hacemos, en fin, se que podría contar con su ayuda si fuese necesario.
Cuando pase por la puerta los olores del lugar me transportaron a otra época, una adornada de mucamas sirviendo, mis amigos departiendo, discutiendo, tomando, muchas veces llorando, otras sólo riendo, las enormes carcagadas volaban por el aire, creo que es por la añoranza de estos recuerdos que sigo saliendo de vez enc uando a este tipo de lugares.
Dentro del establecimiento todo era igual, las mesas, las mucamas, todas las tabernas son iguales, solo que sin ellos, sin nosotros. Me dirigí a una esquina y tome asiento, con un gesto pedí algo de tomar y algo de comida, ternera estaría bien, un tarro de cerveza o tal vez un poco de whiskey. Una chica se acerco y se inclinó para ofrecerme mi bebida. Una muchacha muy joven, algo lastimada del brazo, reconocí algunas marcas de golpes en su espalda por el enorme escote que usaba. Como podía ser que por algunas monedas aceptarán que esto pasara. Una gran tisa tomó por completo mi atención.
Cuando voltee la imagen que se presentaba me golpeo, paró en seco mis palpitaciones. Ahí estaba el, mi príncipe, se encontraba al otro lado del lugar reunido con varias personas más. Reconocí a algunos de sus amigos, pero había una cara extraña, al menos para mi pues el se conducía con demasiada naturalidad, extremada naturalidad con Pablo.
Llamé a la chica que me había servido la cerveza que en ese instante consumí de un golpe, pedí otra y la detuve con un tirón de su vestido. Le pregunté cuánto tiempo llevaba aquel grupo reunido. Ella me dijo que habáin legado desde temprano y parecía que tardarían aún más. Pregunte por el tipo extraño y ella contestó:
-El chistosito? Vamos que él quiere montarse al jovencillo de ahí - indicando a mi principe - no ha parado de tratar de acercarse, usted sabe de esa gente rara que no se te despega y sólo trata de buscar la forma de tomar...te. Y por lo que he visto no falta demasiado por que... bueno si yo estuviera en el lugar del bomboncito de los ojos grandes me dejaría tomar o bueno le montaría si ese fuese el caso, al menos sólo por un tiempo, el otro tipo parece que ha regresado de un largo viaje y trae demasiadas riquezas que ofrecer. Pero en fin, esa sería mi decisión o no? Total, que yo por eso lo hago por dinero!!
Qué podía hacer, apenas estabamos saliendo del terible enfrentamiento con el dragón (que resulto ser la materialización de todas nuestras dudas y su coraje ante mi equivocación), qué podía pensar, no podía ser estúpido y creer que Pablo se dejaría atraer por un zoquete así? o sí?, tal vez debí ir y sentarme con ellos...
Salí de la taberna dejando unas cuantas monedas en la mesa por el servicio y un poco de dinero de más para la joven que me atendió. Regresé al castillo y espere a la hora en que habiamos quedado de vernos. Pasó el tiempo y él no aparecía. Por la mente mil y unestupideces rondaban, desde un abrazo, un beso, hasta una arrebato de pasión fugaz que pudiese hacerme sentir tan mal que pagase por la estupidez sin sentido que había cometido. mi mente gobernaba y no eranpensamientos adecuados, ni siquiera estaba razonando, me dejaba atrapar de nuevo por la oscuridad de las dudas, de la poca confianza... ´cómo debía reaccionar, era la primera vez que ens erio moría de celos, antes la duda no existí, antes tal vez no hubiese existido una entrega de esta magnitud.
Luego de bastante, su sombra alrgada ante el umbral apareció y con aliento alcoholizado se acerco para besarme, me rodeaba de besos y abrazos y yo no podía dejarme de preguntar quiene era ese tipo y que había sucedido luego de dejar el lugar. No podía corresponder sus besos com solí hacerlo,había mitigado mi duda y calmado mis sentimientos oscuros, pero aún así había algo que no me gustaba.
Él comenzo a hablar y comentó lo que habái hecho durante el día, mientras o me encontraba en las catividades diarias. Su historia relamente no em interesaba, yo solo querpía escuchar una parte en específico, entonces llegó...
Continuará...