capitulo 0101: El inicio Tuesday, February 28, 2006 |
Erase una vez en una villa oscura y llena de hipocresía... fiestas paganas y de rencores traducidos en sonrisas que un joven peon con aspiraciones de caballero, con sueños de grandes hazañas y heróicos actos, con intenciones de cambiar el mundo; al menos el mundo que le rodeaba, conoció a un príncipe.
El príncipe era todo lo que alguien puede esperar de un príncipe: un saco lleno de egolatría y desmesurada compasión, compasión enferma que sólo reflejaba su enorme necesidad de ser el heroe de un mundo vacio que le dovolvería la mirada de respeto y admiración.
El peon y el príncipe se conocieron... cabalgaron por muchos pueblos juntos, conocieron muchas personas y vivieron muchas aventuras, juntos enfrentaron sus demonios internos, los fantasmas perdidos que hacian de su estancia en el mundo una permanencia sombría.
Llevaban ya algun tiempo juntos, conocian todo el uno del otro, sus cuerpos ya se conocían también, los montes y los ríos habían sido testigos de su pasi´øn desbordada, en el pueblo, como era costumbre en un pueblo así, ya se comentaba sobre su amorío. Al príncipe le daba igual y sólo se limitaba a responder con frases llenas de sarcasmo y cinismo.
Después de unos años la madre del príncipe accedió a darle un terreno a las orillas del condado donde su hijo viviría con su amor. Al principio no fué fácil aunque habían viajado juntos, habían compartido habitaciones en hostales y posadas, compartido mantas en un campamento, no era lo mismo compartir un hermosos castillo.
Pasados los problemas del principio la relación entre ellos parecía más magica y fantastica. El jóven peon había ascendido a escudero y coon sus notables hazañas podría subir un día a caballero real. El príncipe había logrado grandes relaciones con condados vecinos y era conocido más allá de las propias fronteras del país. De hecho era conocido en muchhos países cercanos y lejanos. Podría haber sido el perfecto final de un cuento de hadas...
Pero la vida no es un cuento de hadas.
Todo se complicó cuando en sus miultiples viajes el apuesto príncipe conoció a un joven peon de ojos negros y cabello claro. Su nariz afilada entro hasta la habitaci´ønd e los jóvenes enamorados. La estancia de este peón había pasado de temporal a regular. Los problemas comenzaron cuando al regresar el escudero enconro al peón y a su príncipe sin ropa sobre la mesa... las cosas volaron por la cocina, el escudero se abalanzó sobre el peón y cuando estuvo a punto de a travesar su garganta con la enorme espada afilada sintió unos fuertes brazos que lo rodeaban... una respiración agitada que rodeaba su cuello, unos labios que le susurraban "dejalo ir tu problem es conmigo". EL escudero bajo el arma y corrió al peón de su castillo, su castillo, ese resguardo que tanto atesoraba y soñaba con encontrar cada que salía ahora no significaba ya nada para él.
La relación termino y el escudero regresó al pueblo donde todos ya sabían lo ocurrido en el castillo, el escudero no sabía como podría soportar todo eso... no había nadie detras de él para apoyarlo las personas que se decían sus amigos lo abandonaron cuando supieron de su relaci´øn con el príncipe "¡Sodomia!" le recriminaban...
Era tiempo de regresar al pueblo oscuro y lleno de hipocresías donde sólo podría triunfar halagando al de enfrente. Regresaba al mundo lleno de fiestas importantes donde la sociedad se revolcaba entre ellos como los grandes cerdos que ocultaban ser, doonde no importaba quien eras sino lo que traías contigo, no importaba como fueras sino lo que hicieras.
El cuento de hadas había terminado y su palació ubicado en lo más alto de último monte a orillas del condado se derrumbaba...
...Continuará...
d(-_-)b lagrimas negras adornan de fondo del capítulo, extracto del disco homónimo de Bebo y Cigala
El príncipe era todo lo que alguien puede esperar de un príncipe: un saco lleno de egolatría y desmesurada compasión, compasión enferma que sólo reflejaba su enorme necesidad de ser el heroe de un mundo vacio que le dovolvería la mirada de respeto y admiración.
El peon y el príncipe se conocieron... cabalgaron por muchos pueblos juntos, conocieron muchas personas y vivieron muchas aventuras, juntos enfrentaron sus demonios internos, los fantasmas perdidos que hacian de su estancia en el mundo una permanencia sombría.
Llevaban ya algun tiempo juntos, conocian todo el uno del otro, sus cuerpos ya se conocían también, los montes y los ríos habían sido testigos de su pasi´øn desbordada, en el pueblo, como era costumbre en un pueblo así, ya se comentaba sobre su amorío. Al príncipe le daba igual y sólo se limitaba a responder con frases llenas de sarcasmo y cinismo.
Después de unos años la madre del príncipe accedió a darle un terreno a las orillas del condado donde su hijo viviría con su amor. Al principio no fué fácil aunque habían viajado juntos, habían compartido habitaciones en hostales y posadas, compartido mantas en un campamento, no era lo mismo compartir un hermosos castillo.
Pasados los problemas del principio la relación entre ellos parecía más magica y fantastica. El jóven peon había ascendido a escudero y coon sus notables hazañas podría subir un día a caballero real. El príncipe había logrado grandes relaciones con condados vecinos y era conocido más allá de las propias fronteras del país. De hecho era conocido en muchhos países cercanos y lejanos. Podría haber sido el perfecto final de un cuento de hadas...
Pero la vida no es un cuento de hadas.
Todo se complicó cuando en sus miultiples viajes el apuesto príncipe conoció a un joven peon de ojos negros y cabello claro. Su nariz afilada entro hasta la habitaci´ønd e los jóvenes enamorados. La estancia de este peón había pasado de temporal a regular. Los problemas comenzaron cuando al regresar el escudero enconro al peón y a su príncipe sin ropa sobre la mesa... las cosas volaron por la cocina, el escudero se abalanzó sobre el peón y cuando estuvo a punto de a travesar su garganta con la enorme espada afilada sintió unos fuertes brazos que lo rodeaban... una respiración agitada que rodeaba su cuello, unos labios que le susurraban "dejalo ir tu problem es conmigo". EL escudero bajo el arma y corrió al peón de su castillo, su castillo, ese resguardo que tanto atesoraba y soñaba con encontrar cada que salía ahora no significaba ya nada para él.
La relación termino y el escudero regresó al pueblo donde todos ya sabían lo ocurrido en el castillo, el escudero no sabía como podría soportar todo eso... no había nadie detras de él para apoyarlo las personas que se decían sus amigos lo abandonaron cuando supieron de su relaci´øn con el príncipe "¡Sodomia!" le recriminaban...
Era tiempo de regresar al pueblo oscuro y lleno de hipocresías donde sólo podría triunfar halagando al de enfrente. Regresaba al mundo lleno de fiestas importantes donde la sociedad se revolcaba entre ellos como los grandes cerdos que ocultaban ser, doonde no importaba quien eras sino lo que traías contigo, no importaba como fueras sino lo que hicieras.
El cuento de hadas había terminado y su palació ubicado en lo más alto de último monte a orillas del condado se derrumbaba...
...Continuará...
d(-_-)b lagrimas negras adornan de fondo del capítulo, extracto del disco homónimo de Bebo y Cigala