Se que esto no es todo, tampoco el fin porque no he tenido comienzo. Tan solo queria prometerme no llorar ni perder un minuto de este tiempo en engancharme a los sueños perdidos, a las realidades mal logradas. La mentira no importa cuando nunca sera reemplazada por la realidad. Lo que mal he construido lo llevo a cuestas, al igual que los remanentes del tormento eterno reposando en el fondo de mi alma, esperando oportunidades.
Pero sé que cuando lleguen, irán mutandose en el inconciente cruel, podrido y desgastado, que es como mi segunda naturaleza. Porque el reloj de esperanzas marcará muchos momentos mas, haciendolos cenizas y cuyas escencias rebasarán horizontes, donde todo se reduce a amaneceres rojos, atardeceres frente a cegadoras pantallas de LCD y noches de luces neon mas discretas, pero igual de deprimentes y excesivas. He estado en coma, con lapsos de verguenzas sucias, rodeandome de gente que me hizo pensar fuera de la caja, para volverme el disidente de los lineamientos y optar por camuflajearme de apariencias que solo son la superficie de la vida. Y veo como transcurren los dias a veces decendiendo y otras en reversa, en el espiral de la incomprension. Pero me tranquiliza saber que quiza eso sea mi felicidad. El significado tan buscado, de definir quien soy.
La euforia del cambio empezaba a disminuir. Un miedo inmenso se apoderaba por las noches, obsesionandome con el futuro incierto, con el proyecto de realizar algo que me hiciera sentirme satisfecho. A cada despertar, los reproches venian a mi mente, por aquellos tiempos donde no me preguntaba las causas, donde no me importaban las respuestas, porque no era dificil ser. Ahora nada es facil ni gratuito. A ratos pienso en desaparecer, en no ser nadie, un cambio drástico que en la apuesta de un logro podría equilibrarme. El corazón sigue roto y eso, prefiero ignorarlo. El amor estorba. La esperanza de que hay lugares donde pueda despertar sin estar desesperado, seria una gran sorpresa.
Esa competencia con el entorno, que a veces la abandono con la verguenza del comportamiento juzgado de maldad, quisiera jurar que no durará mas. Si tan solo tomara aliento de valor, donde pueda apostar con una razón valida y dejar raices de cualquier tipo en el lugar que sea, el camino molesto moldeado con generaciones degolladas por las épocas, ahí, donde apretaré los dientes, sin mirar a los lados, luchando contra las estaciones del año con los mismos viejos sentimientos para que tan solo importe estar listo para el doloroso parto de la lealtad. Siempre seré quejoso, burlandome del significado de las cosas importantes para los demas, pero que es el paso para entender que la incomprensión es mas que una palabra que me lleva a creer en lo que quiero creer.