No hace falta que salga la luna
pa'venir a cantar mi cancion
ni hace falta que el cielo este lindo
pa'venir a entregarte mi amor.

No encontre las palabras precisas
pa'decirte con mucha pasion
que te quiero con toda mi vida
que soy un esclavo de tu corazon.

Sólo dios que me vio en mi amargura
supo darme consuelo en tu amor
y mando para mi tu ternura
y asi con tus besos borro mi dolor.

No te importe que venga borracho
a decirte cositas de amor
tu bien sabes que si ando tomando
cada copa la brindo en tu honor.

No se como decir lo que siento
solo se que te quiero un montón
y que a veces me siento poeta
y vengo a cantarte mis versos de amor.

(Jose Alfredo Jimenez)V. Julieta Venegas

Capítulo 0121: Después del encuentro

5:20 am del 8 de junio de 2006 desde la oficina

Bien, después de encontrarme con Carlos "el torito' en el fuckin' queer hole en el que Lalo me metió me fuí a Cuernavaca a pasar el fin de semana, lo que quedaba de este.

Tomé , por supuesto.

Nade, claro.

Baile, lo dudan?

Pensé en lo que había sucedido...

Regresé de cuerna con mi disco nuevo de Julieta Venegas rayado en la última canción, un cover de Los Rodriguez: Sin documentos, con el corazón en medio de dos decisiones, con el alcohol encima y sin ganas de ir a trabajar el lunes...

No fuí a trabajar el Lunes

El martes por al tarde estuve muy pensativo, creo que todos en la oficina se dieron cuenta de mi estad y dos que tres personas se acercaron para preguntarme que me pasaba.

¿Qué me pasaba?

Ni yo mismo sabía la respuesta, sólo sabía que mi cerebro estaba en un proceso delicado de valoración y analisis serio de todo lo que me estaba ocurriendo desde hace unos meses. Ya a la salida de la oficina me vi con Víctor que me contó acerca de sus peripecias en Guadalajara donde sucedieron...(no puedo publicarlo, aún)...

Luego de escuchar su trágica historia, luego de contar mis devenires cíclicos y después de muchos cigarros me decidí.

Debía hacerlo, jamás me había arriesgado por nada en mi vida, Miguel hab´â llegado a mi y el me buscaba, Scott apareció de pronto y fue por él que comenzamos, él vino por mi y yo lo acepté, él se fué y yo lo comprendí...

Miguel me daba lo que el pensaba yo quería y yo lo aceptaba, él se hizó de una casa y nos mudamos, se hizó de carros y me dió uno, me engañó y yo lo acepté, lo justifiqué...

Esta vez por primera vez me estaba arriesgando desde el principio y quería tomar la más liger aoportunidad que tuviera. a pesar de que el arriesgarme iba en contra de todo lo que he dicho con respecto a las relaciones que empiezan causando el fin de otra, no me importó y decidí llamarle, decidí mostrarme lo más transparente que puedo ser, después de todo con el siempre ha sido fácil...

Hablamos por teléfono y quedamos de vernos el miércoles en la noche para tomar un cafe algo. Ese algo se transformó en una búsqueda insistente de mi parte para poder verlo y que coincidiermaos... al fin nos encontramos en un cantina de Insurgentes, tomamos como era de suponerse, bailamos un poco como no era de esperarse. Él tenía ganas de bailar y me arrastró a aquel lugar que no no me gusta, odio y al que simpre regreso por una u otra razón: el Neon

Bailamos y luego de un rato nos salimos, llegamos a la glorieta de Insurgentes y entonces después de oirlo hablar de sus novio, de sus sentimientos y creer que su novio todavía lo quería a su maner, tomé otra decisión... una decisión muy común en mi, decidí sacrificar mi lucha por la relación que estaba sosteniendo este chico que conuuna sonrisa me derrite, que con una mirada me arrebata todo valor, toda postura, toda máscara.

Le pedí subbiera a un taxi, ofreció darme dinero para que llegara a mi cas pero no lo acepté, le mentí diciendole que tenía para mi viaje de regreso a casa que siempre regresaba a casa... me dijo entonces que me pagaba lo que le había prestado para poder irse el viernes y le dije que de cierta forma me lo había pagada... al fin de cuentas tuve una velada agradable.

Se subió a su taxi y estando en el le grité que había decidido... sin comentarle mi decisión.

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Luego de un rato de caminr por Reforma llegué a un cubo de conreto frente al Excelsior y me senté, escuchaba el disco pirata de JV que me compré para no seguir rayando el original y le marqué, me contestó y hablamos. Le dije que la neta noera chido, que no podía hacerlo sabiendo que estaba con alguien más... minutos mástarde de discutir acerca de todo eso y de poner en la mesa la confusión por la que ambos pasabamos el crédito de mi cel se acabó y jamás llegamos a algo.

No podía quedarme así entonces revisé mi bolsa del pantalón y me dí cuenta que aún llevaba algunos pesos y los ocupé en un teléfono de monedas, donde lo único que quería saber era si tenía una oportunidad, si valía la pena seguir...

"Sí" contestó él.